Carcinoma Pulmonar en Gatos

Continuando con nuestros post sobre Cancer, Hoy en el blog hablaremos del carcinoma de pulmon en gatos, bienvenidos

¿Qué Causa el Cancer de Pulmón?​

La causa principal del carcinoma de pulmón en gatos es la exposición al humo del tabaco. Tanto el humo de segunda mano como el humo directo pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Otros factores de riesgo incluyen la exposición a sustancias químicas tóxicas presentes en el entorno, como el amianto y los productos químicos industriales, así como la predisposición genética en ciertas razas, No se debe confundir carcinoma de pulmón con su origen en pulmón a pulmon con metastasis de otros tipos de cancer en pulmón, el cual es diferente.

¿Cómo puedo saber si mi Gato esta padeciendo este Cancer?

Los síntomas del carcinoma de pulmón en  gatos pueden variar, pero existen algunos signos comunes a los que debemos prestar atención. Estos incluyen tos persistente y crónica, dificultad para respirar, pérdida de peso inexplicada, letargo y falta de energía, disminución del apetito y, en casos más avanzados, dolor torácico. Si notas alguno de estos síntomas en tu mascota, es importante que consultes a tu veterinario de confianza para una evaluación adecuada.

El diagnóstico del carcinoma de pulmón en gatos implica descartar otras enfermedades respiratorias que pueden presentar síntomas similares. Algunas de las afecciones que deben considerarse en el diagnóstico diferencial incluyen neumonía, enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares obstructivas y otras formas de cáncer pulmonar.

El diagnóstico definitivo del carcinoma de pulmón en gatos requiere una combinación de métodos de diagnóstico por imágenes y pruebas de laboratorio. Las radiografías de tórax son una herramienta útil para identificar masas o nódulos en los pulmones. Sin embargo, para obtener un diagnóstico más preciso, pueden ser necesarias pruebas adicionales como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Además, se pueden realizar pruebas de citología y biopsia para obtener muestras de tejido pulmonar y confirmar la presencia de células cancerosas.

¿Pero tiene tratamiento la enfermedad?

El tratamiento del carcinoma de pulmón en gatos puede variar dependiendo de varios factores, incluyendo la etapa de la enfermedad, el estado general de salud del animal y la disponibilidad de opciones de tratamiento. Algunas de las opciones de tratamiento incluyen:

1. Cirugía: En casos seleccionados, se puede considerar la cirugía para extirpar los tumores pulmonares. Sin embargo, la viabilidad de la cirugía depende del tamaño y la ubicación del tumor, así como de la capacidad del animal para tolerar la intervención.

2. Quimioterapia: La quimioterapia es una opción de tratamiento común para el carcinoma de pulmón en perros y gatos. Consiste en el uso de medicamentos antineoplásicos para destruir las células cancerosas y controlar el crecimiento del tumor. La quimioterapia puede administrarse de forma oral o por vía intravenosa, y generalmente se realiza en ciclos repetidos.

3. Radioterapia: La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede ser utilizada como tratamiento principal o complementario a la cirugía y la quimioterapia. La radioterapia es un tratamiento localizado que se dirige específicamente al área afectada, minimizando el daño en tejidos sanos circundantes.

4. Terapia dirigida: La terapia dirigida es una forma de tratamiento más reciente que se basa en la identificación de alteraciones moleculares específicas en las células cancerosas. Estos medicamentos están diseñados para atacar directamente las vías de señalización que promueven el crecimiento del tumor.

¿Qué pronóstico tiene?

El pronóstico del carcinoma de pulmón en perros y gatos varía dependiendo de varios factores, como el subtipo de carcinoma, el tamaño y la extensión del tumor, y la respuesta al tratamiento. En general, el carcinoma de pulmón en mascotas tiene un pronóstico reservado, con una supervivencia promedio que puede variar desde meses hasta un año. Es importante tener en cuenta que cada caso es único, y el pronóstico específico debe ser discutido con el veterinario tratante.